Gregorio Hernández González nació el día 24 de diciembre de 1954. Ha sido maestro de escuela durante toda su vida (ya jubilado) y un apasionado del motor.
¿Cuál fue tu primer coche?
Fue un Citroën 2CV de segunda o tercera mano, con el hice la ‘mili’ en el año 76. Todos los viernes me traía a Cehegín, y los lunes me llevaba a Los Alcázares. Jamás me dejó tirado en la carretera.
¿A qué edad te sacaste el carnet de conducir?
A los 18 años. Me lo pagó mi padre, ya que yo estaba estudiando en la Escuela Normal de Magisterio de Murcia, y claro, al ser estudiante, yo no podía abonar ese dinero.
¿Cuántos coches has tenido?
Tuve el Citroën 2CV, un Seat 124 (durante veintitantos años), con el que hice el viaje de novios a Galicia. Como el coche no llevaba medidas de seguridad, le compré un candado y una cadena, y se los ponía todas las noches. También le quitaba los fusibles, por si me lo robaban. Además tuve un Seat 132, que le compré a mi amigo Rada, un Peugeot 406 y, en la actualidad, un Peugeot 206 y un BMW X5.
¿Cuál te gustaba más y por qué?
El Seat 124 me ha dado muchas vivencias. Era muy duro y siempre me funcionó bien. El BMW X5 me encanta porque es un gran coche. Y el Seat 132, recuerdo que iba muy bien forrado por dentro y apenas se pasaba calor aunque no llevaras el aire acondicionado puesto.
¿Cuál ha sido siempre el coche de tus sueños?
Un Mini clásico del año 73, porque lo tenía un maestro nuestro, en el que nos montábamos siete personas para ir a hacer las prácticas desde Murcia hasta La Raya. También me encanta la nueva Clase X de BMW.
¿Qué es lo peor que te ha pasado al volante?
Un accidente que tuve con un Simca 1000 de mi padre. Era de noche e iba conduciéndolo yo en dirección Cehegín-Murcia, por la carretera antigua, y al terminar la cuesta de la Pollera me despisté y tuvimos un porrazo. Mi madre se rompió el fémur.
¿Y lo mejor?
Conducir, porque es una de mis pasiones. En cuanto se jubile mi mujer, vamos a realizar muchos viajes por España.
¿Qué harías si te regalara ahora mismo un Porsche valorado en 50.000 euros?
Disfrutarlo, sin duda. Ese coche es para conducirlo mientras se pueda. No lo vendería.
¿Hasta dónde te gustaría viajar en coche?
Haría un recorrido por Francia, llegando hasta el norte de Italia.
¿Qué le pides a la vida?
Vivir muchos años y con calidad.
Para terminar, ¿te gustaría añadir algo?
Estoy muy contento con que me hayáis hecho esta entrevista, ya que nunca me han entrevistado. Y también saludar a mi amigo Mariano, que está trabajando ahora en el bar.
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